sábado, 19 de octubre de 2024

SECTOR 134

 




SECTOR 134

…”En los primeros meses  de 1976 y por orden del intendente de facto  de entonces, el coronel Marcelo D´elía, se construyó un muro de tres metros de alto y unos 30 de largo entre el paredón de la calle Oyuela y el cementerio con el objetivo de aislar al sector donde funcionaba la morgue y que no quedaran al descubierto las cosas que allí sucederían. El sector se denominó con el número 134.  Se colocó un portón que permitía evitar la entrada principal y tener una entrada independiente sobre la misma calle Oyuela.

Las llaves del sector 134-Morgue fueron entregadas al personal de la comisaría de Sarandí y de la Unidad Regional II de Lanús. Con el área, de unos 300 metros cuadrados, aislada y lindera a la morgue, se comenzó la tarea de ocultamiento de las víctimas durante los primeros meses de 1976.

Los empleados del cementerio recibían la orden de cavar fosas de 2 metros de ancho, 4 de largo y 2 de profundidad que se denominan vaqueras. Las vaqueras eran fosas comunes. Las vaqueras eran cavadas durante el día. Según declaraciones de personal del cementerio de Avellaneda, entre 1976 y 1978, las vaqueras se realizaban cada 20 o 25 días.  Por la madrugada, camiones policiales y del ejército traían los cuerpos que iban a parar a las vaqueras. Los vehículos entraban de culata por la calle Oyuela. De noche, cuando se hacían los traslados, los vecinos debían apagar las luces, de lo contrario los militares disparaban contra los edificios.

En los libros del cementerio quedaron registrados los ingresos de los cuerpos NN, casi todos ellos fusilados en simulacros de enfrentamientos. El procedimiento consistía en sacar de los centros clandestinos de detención del circuito Camps a grupos de detenidos desaparecidos con la excusa de trasladarlos. Ya en la calle, se buscaban lugares más o menos alejados de grandes concentraciones urbanas, se los bajaba de los vehículos en los que eran trasladados y se los asesinaba a balazos. Luego eran ingresados como NN al cementerio y el primer cuerpo del ejército emitía un comunicado donde se daba cuenta del enfrentamiento y la cantidad de “subversivos abatidos” y era publicado sin modificaciones por los medios de comunicación de la época”…

…”En 1984, nació el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para investigar los restos humanos que comenzaron a descubrirse en los diferentes cementerios del país y que se suponía pertenecían a los ciudadanos detenidos desaparecidos. La investigación determinó tras el trabajo de exhumación que los destinos de las víctimas del terrorismo de Estado fueron esencialmente tres: enterramientos clandestinos como NN en cementerios municipales; enterramientos clandestinos en Centros Clandestinos de Detención o áreas militares y el arrojarlos al Río de la Plata.

El EAAF comenzó en octubre de 1986 a trabajar en el sector 134 del Cementerio de Avellaneda por orden de la justicia para buscar los restos de Rafael Perrota, director del Diario El Cronista Comercial, quien fue secuestrado en la Ciudad de Buenos Aires en julio de 1977. Se trabajo en un área de 2 metros cuadrados. Allí no se encontró el cuerpo de Perrota, pero sí los de otras 11 personas”…

…”El EAAF retoma su trabajo en el sector 134 del cementerio Municipal de Avellaneda en junio de 1987. Esta vez por orden judicial, se busca el cuerpo de María Teresa Cerviño. La búsqueda comprende la totalidad del sector 134, alrededor de 300 metros cuadrados. Los trabajos de excavación duran hasta 1992. Los resultados fueron el hallazgo de la fosa común más grande de las halladas hasta el momento

Con estas identificaciones se pudo establecer una conexión entre los Centros Clandestinos El Pozo de Banfield, ubicado en Lomas de Zamora, y El Vesubio, que funcionó en La Matanza. La mayoría de estos identificados fueron vistos por testigos en estos CCDyE y asesinados en enfrentamientos fraguados en el conurbano bonaerense. Los menos fueron muertos en enfrentamientos y también enterrados de manera clandestina”…[1]

En total fueron encontrados los restos de 336 personas, la mayoría menores de 35 años. De ellos, 120 han sido identificados. Entre ellos se destacan los de la Familia Zárate- Manfil, primer caso mundial en el que se utilizaron técnicas de comparativa de ADN. El caso fue llevado al cine en 1996 con el documental “Tierra de Avellaneda”, de Daniele Incalcaterra.

Finalizados los trabajos del EAAF, el sector 134 recibió diferentes intervenciones con el objetivo de fortalecer su condición de Espacio de Memoria: En 2004 se selló simbólicamente el portón de acceso.

Además, se demolió el muro que aislaba el sector y se delimitaron las cuadrículas de las vaqueras. Con posterioridad se realizaron obras de intervención artística, un camino de acceso; y un importante trabajo de señalética que permite al visitante informarse de la cuestión.




[1] La cita está tomada de la página oficial del Equipo Argentino de Antropología Forense www.eaaf.org

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