viernes, 18 de octubre de 2024

MONUMENTO JUANA FERNANDEZ DE REQUENA 1950

 


Nombre: Juana F. de Requena

Categoría: Monumento Funerario

Data: 1950

Ubicación: Sección 7, División 7

Constructor: S/D

Características: Zócalo revestido en granito negro, de base triangular. Se aprovecha la ubicación esquinada, para lograr un espacio donde las paredes sostienen placas recordatorias y una escultura en relieve realizada por Antonio Sassone (1906- 1983), prolífico artista italoargentino, conocido por la estatua ecuestre del General San Martín, que preside la Plaza homónima, en el Partido de Quilmes.

…”El relieve de Sassone representa una alegoría referida a la personalidad de la homenajeada. Tres personas componen la escena: Dos mujeres arrodilladas y un niño. Completa la composición una construcción arquitectónica.

Las figuras están inscriptas en un círculo. El centro focal y simbólico es el niño. Las mujeres representan a la madre y la maestra, dos facetas de la personalidad de la Sra. Requena que el artista priviliegia.

El niño escribe: “No supo distinguir a sus alumnos de sus propios hijos”, afirmando con la palabra escrita lo ya expresado en la imagen. Su posición de relativa quietud se contrapone a la actitud de las mujeres , una de frente y la otra de espalda, que establecen un ritmo, con sus torsos y brazos, que movilizan la composición. Si bien sus rostros no se detallan, todo el cuerpo expresa acción, actividad dirigida hacia el chico, a quien tienen la responsabilidad de guiar y proteger en un ámbito de amor”…[1]

Juana Fernández de Requena nació en Buenos Aires en 1899. Egresó como maestra normal de la Escuela N° 9 de la Capital. Al fundarse la Escuela Normal Mixta de Avellaneda, formó parte de su plantel docente, donde volcó la experiencia obtenida en su desempeño en las escuelas dependientes del Concejo Nacional de Educación. En 1944 fue nombrada Directora de dicho establecimiento. Desde ese lugar luchó incansablemente para lograr un edificio propio, anhelo que vió cumplido en el año 1949, cuando la escuela se trasladó al local de la calle Belgrano 355. Al año siguiente falleció en el mes de junio.

Las numerosas placas que rodean su monumento testimonian los homenajes que se rindieron en su memoria, aunque actualmente el conjunto muestra signos de abandono.



[1] La descripción forma parte de los apuntes de María Cristina Lanza, compartidos por Vanina Ragonese.


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