Categoría: Panteón Familiar
Data: Segunda mitad de la década
del ‘20
Ubicación: Sección 12, División
4, sepulturas 68 a 70 y 71 a 75
Constructor: S/D
Características: El Panteón
Esteves, es un claro ejemplo de cómo se revalorizó el estilo ornamental egipcio
después del descubrimiento de la Tumba de Tutankamón en 1922. En este caso,
observamos varias citas a la Civilización del Nilo: Un imafronte amastabado[1], columnas
papiriformes[2], la
entrada adintelada, flores de loto[3] en bronce;
y especialmente el disco solar alado en el frontis, franqueado por cobras[4]. El
simbolismo de estos elementos remite también a la Masonería, aunque su utilización
estandarizada en otros Panteones hace pensar en una moda estética más que en
una cuestión ideológica.
Ana Ramona Márquez nació en
Buenos Aires en 1840. Por parte materna era sobrina nieta de Feliciano Antonio
Chiclana (1761- 1826), integrante del Primer Triunvirato. Casada con el
comerciante español Antonio Angel Esteves, y madre de 12 hijos; hacia 1860 se
asentó en Barracas al Sud. Tras enviudar, en 1876, se dedicó a administrar las
propiedades familiares, tal como lo recoge el Censo de 1895. Desconocemos la
fecha de su fallecimiento, pero podemos situarla hacia mediados de la década de
1920.
El hijo mayor de Ramona, Manuel
Justiniano Esteves, nacido en 1856; fue el fundador del periódico “El Pueblo”
en 1877; pionero en la prensa escrita de Barracas al Sud. Se trataba de un
semanario crítico, literario y noticioso de salida dominical, que en la
actualidad es una invalorable fuente sobre los primeros años del Partido.
[1] Las Mastabas eran construcciones funerarias egipcias, de frente
trapezoidal, que antecedieron a las Pirámides.
[2] Según CHEVALIER, Op. Cit; …”El Papiro cubría las extensiones
pantanosas del Delta del Nilo. Era la imagen vigorosa del Mundo en gestación.
Transformado en columna, soporte del templo, marca el renacimiento cotidiano
del Universo (…). Verdeante y vivaz, signo de alegría y juventud, es el cetro
mágico de los Dioses, sirve para formar espléndidos ramos, emblemas de triunfo
y alegría que se ofrecen a los Dioses y a los Muertos”…
[3] Según CHEVALIER, Op. Cit. …”El Loto
Azul, que surge en las aguas estancadas pero no está manchado por ellas, es un
símbolo de nacimiento e iniciación. En Egipto al Dios del Sol se lo ve a menudo
representado en los monumentos emergiendo de una Flor de Loto”…
[4] El Sol alado, motivo recurrente en tradiciones antiguas, se utilizaba en
Egipto como símbolo de protección de los Templos.
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