Categoría:
Panteón Familiar
Data: Circa
1920/1930
Ubicación:
Sección 12, División 3
Constructor:
Angel Maggi
Características:
Panteón de estilo ecléctico y estandarizado, similar al de los Rossi y los
Ruggiero. En los costados de la entrada a la capilla se observan dos placas que
homenajean a Germán Vidaillac.
Germán Vidaillac
(1883- 1952), fue uno de los fundadores del Racing Club de Avellaneda, tras la
unión del “Football Club Barracas al Sud” y el “Colorados Unidos”. Según la
tradición, fue Vidaillac, de ascendencia francesa, quien el 25 de marzo de 1903
bautizó a la flamante institución inspirado en una revista gala de la que era
asiduo lector.
Vidaillac, quien
supo jugar en el primer equipo racinguista, vistió también la camiseta del Club
Atlético Independiente algunos partidos, tras un confuso episodio que así
cuenta Facundo Olguín:
…”¿Cómo se sentiría hoy un hincha si sabe que quien lo funda está jugando
en el clásico del barrio? ¿Qué llevó a esta persona de pasarse de un club al
otro en tan poco tiempo? Eso no lo sabremos. Pero lo que sí, es que en 1907 el
team que habían formado demostraba un buen futuro deportivo… No tanto
estructural. Tras una derrota en un partido de tercera liga, un nuevo
enfrentamiento entre Vidaillac y la comisión directiva de Racing provocó un
quiebre donde varios jugadores se fueron. Sin embargo, no se fueron lejos. Se
fueron al nuevo equipo de Independiente, que a la larga terminó siendo su
clásico rival.
Según cuenta Keblaitis en su libro “Alma Roja”, el problema fue el
siguiente: “Amadeo Larralde, Miguel Larralde, Balbino Ochoa, Florencio Romero,
Carlos Moretti, Braulio Ibáñez, Juan Collazo, Germán Vidaillac, Manuel Deluchi,
Tomás y Elias Cafferata, América Vianoli firman la renuncia, ya que, a Ochoa,
Larralde y Moretti, al ser designados por la CD como "paquetes" se
ofenden, y en causa común todos los nombrados renuncian a Racing Club”. Cuenta
la leyenda oral que el revolucionario Vidaillac prefería tener el cuello blanco
antes que ser un cogotudo. Pegándole a sus ex compañeros.
Meses
más tarde, y tras una reunión con Di Giorgi, presidente de Independiente
Football Club, lo aceptaron para jugar algunos partidos. En total fueron cinco,
donde representó al Rojo cuando hacía de local en su vieja cancha de Flores. Lo
más curioso es que en esa época los diarios, al escribir su apellido, lo
escribían de una manera muy particular… Germán Bidaillac. ¿Habrá sido para que
sus viejos compañeros no sepan sobre esta travesía?
Sin
embargo, lo que cuenta Fernando Paso Viola en su libro “La historia del más
grande”, es que volvió al club meses después y siguió haciendo su vida normal.
Se arrepintió y siguió jugando mientras el primer equipo estaba en la máxima
categoría. El alternaba partidos en segunda o tercera junto a Seminario,
Oyarzábal, Frers o Firpo, los primeros planteles de Racing Club se volvían a
unir. Pasaron dos décadas y fue distinguido como socio honorario, hasta
participó en el equipo de Veteranos desde 1913 hasta 1921”…[1]
[1] OLGUIN, Facundo; “¿Vidaillac o
Bidaillac?”, Artículo publicado el 23/1/2019 en www.racingdealma.com.ar
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