sábado, 23 de noviembre de 2024

MAPA INTERACTIVO CEMENTERIO DE AVELLANEDA

EL SIGUIENTE ES UN LINK PARA INGRESAR A UN MAPA INTERACTIVO DEL CEMENTERIO DE AVELLANEDA. EL MISMO PERMITE REALIZAR UN RECORRIDO VIRTUAL POR LA NECRÓPOLIS O APUNTALAR UNA VISITA FÍSICA. 

MAPA INTERACTIVO CMA

miércoles, 20 de noviembre de 2024

PANTEON CHIOZZA


 Nombre: Familia Chiozza

Categoría: Panteón Familiar

Data: 1940/50

Ubicación: Sección 2, División

Constructor: S/D

Características: Se trata de un Panteón de catálogo, encontrándose varios modelos similares en el Cementerio. Se destaca el revestimiento simil piedra y las aberturas ojivales que remiten al gótico. Su estado actual es de evidente abandono.

PANTEON ROASENDA

 

Nombre: Familia de Julio Roasenda

Categoría: Panteón Familiar

Data: Circa 1930

Ubicación: Sección 4, División 1

Constructor: Ver nuevamente

Características: El Panteón Roasenda presenta elementos típicos de la arquitectura románica: El arco de medio punto, las columnas pareadas y el techo a dos aguas que remata en una cruz latina. A ambos lados de la entrada se disponen varias placas de bronce, la mayoría homenajean a Luis Roasenda.

El Agrimensor Luis Roasenda (1889- 1961) tuvo una destacada labor en el Departamento de Obras Públicas del Municipio de Avellaneda; pero además tuvo gran vinculación con diferentes entidades del Partido: Los Bomberos Voluntarios, el Rotary Club, el Club Pueblo Unido; y especialmente la Junta de Estudios Históricos, constituyéndose como uno de los pioneros de la historiografía avellanedense. Su fallecimiento el 20 de agosto de 1961, en un accidente automovilístico, fue recibido con hondo pesar por la comunidad local. Actualmente una calle lleva su nombre.

PANTEON PIENOVI


Nombre: Pienovi

Categoría: Panteón Familiar

Data: 1929

Ubicación: Sección 5, División 1

Constructor: S/D

Características: Panteón íntegramente revestido en granito negro, de líneas muy simples, en el que se destacan, la puerta esquinada con una herrería que combina distintas formas geométricas; y la lámpara votiva que remata el conjunto. Además de presentar un buen estado de conservación, todavía mantiene los bronces dedicados a la memoria de Francisco Pienovi.

Francisco Pienovi (1876- 1929) fue un importante empresario de principios del siglo XX en Avellaneda, más precisamente del Barrio de Piñeiro, donde fundó con su hermano Juan Alfredo, el establecimiento “La Industrial”, dedicado a la producción de cola, aceite de pata y cueros salados. Además proyectó sus actividades a la política, siendo varias veces Concejal del Partido, y a entidades significativas como el Club Regatas , del que fue Vicepresidente. Además estuvo muy vinculado a la Sociedad de Socorros Mutuos Roma, apadrinando junto a su esposa, Josefina Tetamanti; el acto de colocación de la piedra fundamental del Panteón Social, el 21 de diciembre de 1925

PANTEON TARACE Y ARREGUI



Nombre: Familias Tarace y Arregui

Categoría: Panteón Familiar

Data: Circa 1920/ 1930

Ubicación: Sección 5, División 3

Constructor: S/D

Características: Panteón de características eclécticas y estandarizadas, típico de la época. Presenta dos voluminosas placas de bronce decoradas por llamas votivas y motivos dolientes. Ambas homenajean a Armin Itoiz.

Armin, “El Zurdo” Itoiz, fue un importante basquetbolista que supo defender los colores de Racing Club en el primer lustro de la década del ’30. Su fallecimiento en octubre de 1934, a muy temprana edad conmocionó al ambiente deportivo, tal como lo refería la revista “El Gráfico” en su necrológica:

…”Así, con la misma familiaridad de siempre. El Zurdo. Le decíamos así y con el mismo mote lo recordaremos hasta ese lejano mañana en el que otros recuerdos vayan apagando el suyo. (…) Cuesta creer que se haya ido. Ni viéndolo en el ataúd se pudo aceptar su muerte. Joven, vigoroso, atlético; pleno de salud. Un segundo bastó para que todo ese físico fuera despojado de fuerza y de vida. ¿Qué habrá ocurrido?. Lo ignoro y no quiero hurgar. Hay misterios que nunca deben conocerse”…[1]



[1] El Gráfico 796 13 de octubre de 1934


PANTEON GREGORIO RAMIREZ

 



Nombre: Sin Denominación (presumiblemente vandalizada)

Categoría: Panteón Familiar

Data: Circa 1930

Ubicación: Sección 8, División 7

Constructor: Ver nuevamente

Características: Panteón de líneas simples que combina granito pulido y rústico en su revestimiento. A ambos costados de la entrada se disponen sendas placas de bronce dedicadas a Gregorio Armando Ramírez.

Gregorio Ramírez fue un dirigente de Racing que integraba la subcomisión que se ocupaba del balneario del Club, ubicado en la costa de Villa Domínico e inaugurado en 1934. El 21 de noviembre de 1936, tras una reunión en el predio; el auto que transportaba de regreso a Ramírez (y a otras tres personas entre las que se encontraba Antonio Salustio, ex vicepresidente del Club), cayó a una zanja provocando su muerte por asfixia.

Sus restos fueron velados en la flamante sede de Mitre 934 y conducidos al Cementerio de Avellaneda, donde el entonces Presidente de la Institución Ernesto Malbec le dedicó un emotivo discurso fúnebre:

…”Has muerto en el cumplimiento de tu deber, ultimando los preparativos de una inauguración que, por ser nuestra, jamás abandonarías; has sacrificado tu vida y que en algún momento ella sea un espejo donde deban converger las miradas de los señores asociados que protestan injustamente contra los dirigentes, dado que no los saben ni los creen capaces de sacrificios sublimes como el caso presente.

Que sirva de meditación silenciosa esta tumba, como si fuera un templo, que nos guíe y nos ilumine en el futuro de nuestras actividades. Que sea considerada como una fuente intocable y respetada de recursos donde será menester recurrir en caso necesario de inspiraciones superiores. Que sea un sepulcro de abnegación son mis deseos, que comparten todos los aquí presentes.

Ramírez: No te podemos rendir más homenaje, todo escapa de la órbita de nuestro alcance, por lo demás ellos serán siempre insuficientes, comparados con tus merecimientos, pero a pesar de ello, yo se que sonriente me estás contestando: Malbec, no hacía falta nada de esto”…

Noticia del Accidente que terminó con la vida de Gregorio Ramírez aparecida en Crítica 22/11/1936



PANTEON ANGEL BALSAMO

 


Nombre: La Unión Cívica Radical a D. Angel Bálsamo

Categoría: Panteón Familiar

Data: 1922

Ubicación: Sección 14, División 3

Constructor: S/D

Características: Panteón ecléctico en el que se destaca la entrada, franqueada por dos semicolumnas de capiteles compuestos. En la misma línea de las semicolumnas, se proyectan sendas lámparas votivas que rematan en una voluminosa cruz. El frontis contiene una importante placa de bronce con la que la Unión Cívica Radical homenajea a Angel Bálsamo para la posteridad.

Angel Bálsamo (1880- 1921) fue un militante radical que actuaba en la zona de Villa Pobladora, era un “Hombre de Agustín Debenedetti”. Su asesinato, acaecido el 7 de diciembre de 1921 fue una triste consecuencia de las elecciones a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires de ese año. Si bien nunca se llegó a probar definitivamente, el Partido Radical, acusó del hecho a ciertos elementos del Partido Conservador, mostrando que, aún después de la Ley Sáenz Peña, la violencia política seguía estando a las órdenes del día.

Devenido en “mártir” para sus “Correligionarios”, Bálsamo no gozaba de tan buena reputación en otros sectores, como los Socialistas, que así hablaban de él en “La Vanguardia” tras su fallecimiento:

…”Bálsamo era conocido entre los trabajadores de la localidad, donde actuaba como un eterno crumiro y un instrumento incondicional de los patrones de los Talleres San Martín, de los cuales era capataz. Su influencia en dicho establecimiento siempre la utilizó en beneficio del grupo político al cual pertenecía, llegando a establecer descuentos en los salarios de los obreros a su cargo para emplearlos en propaganda partidaria. Su servilismo para con los patrones habíalo conducido a gestionar una rebaja general de los salarios”…[1]


[1] La Vanguardia 12 de diciembre de 1921


PANTEON LODEIRO Y CASELLA

 

Nombre: Ladeiro y Casella

Categoría: Panteón Familiar

Data: Circa 1950

Ubicación: Sección 15, División 2

Constructor: S/D

Características: Panteón estandarizado de mediados del siglo XX. Como rasgo distintivo se destaca la numerosa cantidad de placas de bronce dedicadas a la memoria de Juan Manuel Casella Piñero.

Juan Manuel Casella Piñero (1908- 1962) fue un importante político radical. Periodista de profesión, fue Diputado Provincial durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, de quien fue ferviente opositor. Tras la ruptura de su partido, transitó la Unión Cívica Radical del Pueblo, por la cual llegó a ser Diputado Nacional durante el Gobierno de Frondizi. Su hijo es Juan Manuel Casella, Ministro de Alfonsín y candidato a vicepresidente en 1989.

En 1950, Casella Piñero se convirtió en noticia nacional, cuando en una sesión de la Legislatura Bonaerense no se puso de pie tras las palabras de un diputado peronista que había equiparado la figura de Don José de San Martín (era justamente el "Año del Libertador") con la del entonces presidente Juan Domingo Perón. Su fotografía, sentado y fumando; motivó fuertes críticas en los periódicos cearcanos al gobierno, tal como lo muestra "Crítica" en su edición del 28 de abril de 1950.




PANTEON AGUSTIN DEBENEDETTI


 

Nombre: Agustín Debenedetti

Categoría: Panteón Familiar

Data: 1929

Ubicación: Sección 14, División 2

Constructor: Pedro Sedelli

Características: Se trata de un panteón en el que predominan las líneas geométricas y escalonadas típicas del Art Decó, con un revestimiento de mármol blanco que lo hace bastante original en su contexto. Entre sus bronces se destaca uno coronado por un relieve del homenajeado que reza lo siguiente:

 

“AGUSTÍN DEBENEDETTI

(1863- 1929)

PAX

Prestigioso ciudadano

Soldado de la primera

Hora enrolado en las

Filas de la Unión Cívica

Radical. Ex legislador

Ex intendente y Ex

Concejal de Avellaneda

Lo fue correcto, honesto

Y virtuoso

Sus amigos en el primer

Aniversario de su

Fallecimiento”

Agustín Debenedetti fue quizás el hombre más importante del radicalismo avellanedense en el primer cuarto del siglo XX. Hombre de fortuna, supo tener junto a su hermano Bernardo una distribuidora de licores, soda y gaseosas en la Avenida Pavón. Como bien informa su placa, fue Intendente Municipal entre 1901 y 1903, cuando Avellaneda aún era Barracas al Sud. Fue rival político de los Barceló y uno de los artífices de los triunfos radicales de la década del ’10 y del ’20. Sin embargo, mantuvo una relación bastante conflictiva con Hipólito Yrigoyen, de quien se terminó distanciando.



En el Panteón también descansan los restos de su esposa y de sus hijos entre ellos Agustin, quien se suicidó arrojándose a un tren el 20 de noviembre de 1932


PANTEON PARIANI GRONDONA

 

Nombre: Familia Pariani- Grondona

Categoría: Panteón Familiar

Data: Circa 1950/1960

Ubicación: Sección 7, División 7

Constructor: S/D

Características: Panteón estandarizado íntegramente revestido en granito negro. Alrededor de la entrada se dispone una gran cantidad de placas de bronce, la mayoría dedicada a honrar la memoria de Julio Humberto Grondona.

Julio Humberto Grondona (1931- 2014) es tal vez la figura de mayor relevancia internacional que se encuentra en el Cementerio de Avellaneda. Proveniente de una familia dueña de una tradicional ferretería en Sarandí, tanto Julio como sus hermanos se dedicaron con pasión al fútbol, fundando en 1957 el Arsenal Futbol Club; institución de la que fue jugador y Presidente. Paralelamente fue dirigente de Independiente, Club del que también fue presidente. Sin embargo, su rol más destacado (y extenso) fue el de regir los destinos de la Asociación del Fútbol Argentino desde 1979 hasta su muerte. Ponderado y criticado; “Don Julio” también tuvo un importante rol como Vicepresidente de la FIFA.

Tras su fallecimento, fue velado en el predio de la AFA en Ezeiza, y de allí sus restos se trasladaron a la necrópolis, donde se reunió una multitud a despedirlo.

A pocos metros del panteón (Sección 6, División 1), una construcción similar guarda los restos de otros integrantes de la Familia Grondona, entre ellos Héctor, dirigente y máximo goleador de Arsenal de Sarandí.

viernes, 1 de noviembre de 2024

"MOLNAR, HÉROE DEL ASCENSO, HÉROE DE LA VIDA", DE AGUSTIN EDUARDO WIECKIEWICZ

 


WIECKIEWICZ, "Molnar, Héroe del Ascenso, Héroe de la Vida" AEW Editor, 2024

Este libro no trata del Cementerio en si mismo, sino de un ex futbolista que trabaja como encargado de mantenimiento y limpieza en el Pabellon de la calle Oyuela. Las razones que me llevaron a encontrarlo, su carrera deportiva y su actividad como militante solidario; se encuentran en esta publicación lanzada en agosto de este año. Les dejo parte de la introduccion:

INTRODUCCION

Conocí a Miguel Angel Molnar de manera casual (o no), una mañana de julio de 2023. Me encontraba realizando un trabajo de campo en el Cementerio de Avellaneda, guiado por un objetivo que todavía mantengo en pie: Elaborar una descripción íntegra del sitio, en homenaje a sus 150 años de existencia.

Ese día, estaba buscando información sobre los pabellones perimetrales de la Calle Oyuela, especialmente el que contiene los Murales de Juan Carlos Castagnino y Manuel Colmeiro; y cuyo diseño se le atribuye al célebre arquitecto Mario Roberto Álvarez. Quería hallar alguna  firma, alguna fecha fundacional; y suponía que, tal vez, algún trabajador de la zona me podía ayudar.

Los trabajadores municipales desconfían de todo aquel que, como yo, deambula por el Cementerio sin un objetivo fijo, hace preguntas, y encima intenta tomar fotografías. Por eso, suelo tener que dar ciertas explicaciones sobre mis intereses, que nada tienen que ver con el periodismo amarillista, o la exploración urbana de tintes morbosos…

Solamente quiero saber más sobre el Cementerio… pero  esa mañana la cuestión estaba particularmente esquiva.

Así me lo hizo saber Claudio, un municipal con quien estuve hablando largo rato. No obstante, a fuerza de preguntas y simpatía, se fue ablandando y me contó, entre otras cosas, que muchos pabellones carecen de nombres oficiales, pero adquieren denominaciones “de facto”: El de Larralde y Oyuela, por ejemplo, es “La Cruz Mayor”  por la tremenda cruz de Capurro que decora su escalinata. El contiguo, frente al Parque Conmemorativo, es el de “Las Lloronas”; por las esculturas que presiden sus ingresos…

Justamente ese pabellón me interesaba: El de “Las Lloronas”, el de los Murales, el de Mario Roberto Álvarez…

Claudio no tenía idea si existía alguna firma o placa con datos sobre el edificio, pero me sugirió hablar con el “Cuidador” del área… el “Ruso” Molnar”  (escuché Morna).

“Un futbolista famoso, jugó con Maradona”, especificó.

¿Cómo?...

Las palabras de Claudio hirieron mi orgullo. Yo, que siempre me jacté de saber de historia del fútbol; no suelo utilizar el término “No lo Conozco”… Pero en esa oportunidad tuve que hacerlo: Ignoraba completamente la existencia de ese personaje… Por suerte estaba ahí muy cerca, sentado al pie de un Panteón Familiar, charlando con un compañero, tomando mate y un poco de sol invernal…. Como un Diógenes moderno.


"EL PARTIDO DE AVELLANEDA 1580- 1890", DE ANTONIO TORASSA

 


TORASSA, Antonio; “El Partido de Avellaneda 1580- 1890”, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, 1940

Si bien se dedica al Partido en general, el apartado que Torassa les dedica al Viejo Cementerio y al Actual, constituye el primer intento de desentrañar su historia con un criterio documental. Por eso, además de sus conclusiones, este pionero de la historiografía avellanedense nos brinda dos fuentes interesantísimas: Un plano de lo que sería el Viejo Cementerio después de su remodelación (que no llegó a realizarse), y la ordenanza redactada por Manuel Estevez y Caneda en 1866, que antecedió a la del mismísimo Cementerio de la Recoleta. Un trabajo realmente fundacional.


LA EVOLUCION DEL CEMENTERIO EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

 

Durante la segunda mitad del siglo XX, el crecimiento poblacional del Partido se detiene. Paralelamente, la meta aspiracional del “Panteón Familiar” cede el lugar a manifestaciones más austeras, que ya no buscan concesiones “A perpetuidad”. Además, la aparición de los Cementerios Privados y las cremaciones le quitan al Municipio el monopolio en la cuestión funeraria.

Como resultante de este proceso, la extensión del espacio de la necrópolis deja de ser un problema de agenda, justamente cuando el entorno iba camino a su total urbanización (lo cual hubiese dificultado nuevas ampliaciones). No obstante, se desarrollan otros fenómenos dignos de mención:

·    Uno de ellos es que se seguirán construyendo pabellones de nichos sobre los muros perimetrales del Cementerio. Estas tipologías no solo mantendrán su vigencia, sino que se convertirán en la mejor alternativa para las familias que quieran mantener a sus deudos en un lugar físico no tan oneroso como un Panteón. Además, los pabellones (especialmente los privados), ofrecerán condiciones más seguras ante el creciente problema del vandalismo.

·         Paralelamente, la construcción de Panteones se detiene a la altura de la Calle Lucena, límite tras el cual quedarán las sepulturas en tierra. Ya más cerca de fines del siglo XX estas tipologías comenzarán a transitar un proceso de abandono progresivo, producto de la “extinción” de familias o familiares interesados en el culto funerario a la manera decimonónica. El núcleo histórico del Cementerio será el que más acuse este abandono, que se manifestará en el deterioro progresivo de las construcciones.

·        Este deterioro se verá potenciado por el creciente problema del vandalismo, que irá despojando a los Panteones de todos aquellos elementos que puedan ser vendidos, principalmente placas de bronce. Unido a la sustracción de estos elementos de valor aparece, como fenómeno complementario, el de la rotura de puertas y vitrales; que no hace más que acelerar este proceso.

·         Por otro lado, durante la década del ’70, ciertas partes del Cementerio fueron utilizadas para ocultar procedimientos y víctimas del Terrorismo de Estado. Estos lugares, que fueron investigados a partir de los ’80 por el Equipo Argentino de Antropología Forense, van a ser reconfigurados en las primeras décadas del siglo XXI como Sitios y Espacios de Memoria, con una activa intervención y señalización municipal. Tal es el caso del “Sector 134” y del “Monumento Homenaje a los Caídos el 23/12/1975 en Monte Chingolo”, a los que podemos sumar por su carácter evocativo, el Cenotafio en Homenaje a los Héroes de Malvinas.

·         A pesar de que actualmente sigue en funcionamiento, el Cementerio Municipal de Avellaneda, como otras necrópolis; no está exento de polémicas en torno a su futuro: Como dijimos antes, las modificaciones en las costumbres funerarias han provocado un descenso en la cantidad de visitantes; razón por la cual muchos comercios afines del entorno (florerías, marmolerías) han desaparecido. Además, el abandono y el vandalismo han fortalecido en la opinión pública la idea de que el Cementerio es un lugar “peligroso”, apuntando al Estado (y su brazo municipal) como responsable único de la situación. A esta visión negativa contribuye la proliferación de “exploradores urbanos”, que de manera morbosa buscan crear contenidos de impacto para las redes sociales. Al ser visto desde ese tamiz, el Cementerio efectivamente aparece como un lugar despojado de cualquier atractivo.

·         No obstante, en las últimas décadas se ha avanzado en el reconocimiento del Cementerio por su valor histórico y estético. El punto de partida de esta consideración está en los relevamientos y monografías realizadas por María Cristina Echazarreta, y María Cristina Lanza, siendo esta última pionera en el desarrollo de visitas guiadas a la necrópolis. Por otro lado, en 1992 se promulgó la Ordenanza 8998/1992 que declara al área primitiva del Cementerio de Avellaneda (junto con el Cementerio de la Zwi Migdal) como Patrimonio Histórico, Arquitectónico y Cultural del Municipio. Esta ordenanza amplió su extensión en 1998 a los Murales de Juan Carlos Castagnino y Manuel Colmeiro, y en 2002 al Panteón Debenedetti. Junto con la creación de Sitios y Espacios de Memoria, estas acciones muestran una posible revinculación del Cementerio con la población, ya no desde su aspecto utilitario, sino como un “Museo” a cielo abierto.

QUINTA AMPLIACION

Hacia mediados del siglo XX, el crecimiento demográfico del Partido de Avellaneda tiende a estabilizarse. No obstante, el Municipio resuelve adquirir el triángulo que se había formado entre el límite sudoeste del Cementerio, y las calles Casacuberta y San Lorenzo; donde habría funcionado una chanchería[1]

Imagen que ilustra el terreno adquirido durante la última ampliacion. Fuente: Anuario La Opinión 1953

Esta última ampliación, realizada durante la Intendencia del Ingeniero José Aphalo (1948- 1952), terminó de darle a la necrópolis una forma rectangular con dos irregularidades: La lonja que surge de la diferencia entre El Salvador y San Lorenzo; y el vértice saliente que forma Casacuberta al describir una pequeña curva antes de interceptarse con Oyuela.

Vista panorámica del Cementerio. Fuente: www.google.com/maps

Además, durante esos años se levantó una sección de nichos sobre Oyuela, proyectada por Mario Roberto Álvarez, que contiene en sus ingresos, sendos murales realizados por los artistas Manuel Colmeiro y Juan Carlos Castagnino; y otra sobre Larralde en dirección El Salvador.

Durante las décadas del ’40 y ’50 la construcción de Panteones Familiares habría llegado a su apogeo de la mano del importante proceso de distribución de la riqueza generado por los gobiernos peronistas (1946- 1955). Así, una nueva camada de construcciones estandarizadas irá llenando los espacios disponibles, dándole a la parte del Cementerio que da a Larralde un aspecto abarrotado, compacto y de cierta monotonía, que sólo rompen algunas obras en las que se observan elementos del racionalismo arquitectónico.



[1] El dato de la chanchería está tomado de HENDI/CODARO, Op. Cit.

TERCERA Y CUARTA AMPLIACION

Durante la década del ’30 el crecimiento poblacional tiene un nuevo empuje gracias a las migraciones internas, que llegan a una Avellaneda en pleno desarrollo industrial. En ese contexto cada vez más urbanizado, muchos de los antiguos arroyos de la cuenca del Riachuelo- Matanza se van entubando. Tal es el caso del Arroyo Brown, que corría paralelo al límite sudeste del Cementerio, entre Puerto de Palos y Oyuela. El espacio resultante será aprovechado por el Municipio para seguir ampliando la necrópolis, que ya debía absorber las necesidades de alrededor de un cuarto de millón de personas.

Las obras se realizaron durante la última etapa de Alberto Barceló como Intendente, es decir entre 1932 y 1940: En un primer momento, se añadió una lonja de tierra que iba desde Puerto de Palos hasta Oyuela, y desde Larralde hasta Heredia. Posteriormente se avanzó sobre Oyuela en dirección sudoeste hasta llegar a Casacuberta. Así el Cementerio se transformó en un cuadrilátero con uno de sus lados (el sudoeste) oblicuo, tal como puede verse en el Plano Peuser de 1935.

Detalle Plano Peuser de 1935 donde se observa al Cementerio tras su cuarta ampliación. Fuente: “Plano de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores”. Buenos Aires, Casa Jacobo Peuser 1935. En Biblioteca Nacional Mariano Moreno


Junto con las ampliaciones se realizan mejoras en la infraestructura del Cementerio, entre ellas el traslado del osario a la zona ganada hacia Oyuela, en torno a la cual se dejará prudentemente un área que pasará a conocerse como “Parque Conmemorativo”. Además, se demolerán las antiguas nicheras de la zona de la salida vehicular y se construirán unas nuevas sobre Larralde, que se complementarán con un importante Pabellón de estilo neorrománico, proyectado por el Ingeniero Alejandro Varangot. Sin embargo, la reforma más “visible” de esta etapa será la construcción del actual pórtico de acceso peatonal, junto con nuevos edificios para la Administración y la Capilla, levantados entre los años 1938 y 1939; también de lenguaje neorrománico.

Aspecto del cruce de las avenidas principales del Cementerio luego de las reformas realizadas bajo la Intendencia Barceló. Fuente La Libertad Anuario 1938

Con estas ampliaciones, la necrópolis ganó otras 90 secciones, que fueron reservadas mayoritariamente para sepulturas en tierra. Paralelamente, la construcción de Panteones cada vez más estandarizados y económicos se seguirá extendiendo desde el espacio originario hacia el sudoeste.

Plano del Cementerio hacia 1935. Fuente: Archivo Histórico Muncipal

viernes, 25 de octubre de 2024

LA SEGUNDA AMPLIACION

 

Detalle Plano Bemporat 1927 donde puede observarse la segunda ampliación del Cementerio. Fuente: Oficina Bemporat, “Plano Bemporat de la Capital Federal 1927”, en www.themaphouse.com

La primera ampliación, aunque necesaria, rápidamente se reveló insuficiente ante el acelerado crecimiento de la población y la proliferación de las concesiones “A perpetuidad”. Por esta razón,  a principios de la década del ‘20, bajo la Intendencia de Nicanor Salas Chávez, hombre de confianza de Alberto Barceló; se procedió a realizar una segunda ampliación comprando el resto de los terrenos que habían pertenecido a los Bedoya: Ahora el Cementerio llegaría hasta la calle El Salvador en dirección noroeste; mientras que hacia el sudoeste se extendería desde la altura de la calle Helguera en línea oblicua hasta la calle Casacuberta. Con este formato, la necrópolis aparece en distintos planos de las décadas del ’20 y ’30 como el Bemporat de 1927; en el que también se observa como el entorno se siguió loteando, generando la aparición de Villa Hue y el Barrio Obrero.


Plano de 1920, con lo que sería la segunda ampliación del Cementerio. Fuente: Archivo Histórico Municipal

Gracias a la segunda ampliación, se sumaron aproximadamente unas 90 secciones. Las más cercanas a Larralde (en ese entonces Agüero) siguieron el proceso de expansión de los Panteones Familiares, cuyos formatos cada vez más estandarizados y económicos, satisfacían las demandas de los sectores medios que lograban llegar a la “bóveda” propia. En esa zona, se construyó en 1929 el Panteón de la Sociedad Roma, el más extenso hasta el momento. A tono con los cambios estéticos, en esta época ya se observan influencias del Art Decó y el abandono de lo figurativo, que sólo seguirá manteniéndose en los trabajos de herrería y las placas recordatorias.

miércoles, 23 de octubre de 2024

LAS AMPLIACIONES DEL CEMENTERIO: LA PRIMERA AMPLIACION

Plano del Cementerio Municipal de Avellaneda. Circa 1911- 1922. Fuente: Archivo personal María Cristina Lanza.

Hacia 1910, la población de Avellaneda (llamada así desde 1904) era de aproximadamente 140000 habitantes. Si consideramos que cuando el Cementerio se puso en funcionamiento vivían poco más de 8000 almas en el Partido, es evidente que el crecimiento demográfico lo estaba dejando “chico”. Además, recordemos que la adquisición de parcelas “a perpetuidad”, si bien ayudaba al embellecimiento estético; restaba espacio para las sepulturas en tierra. 

Ante esta situación, el Municipio, ya bajo la gestión de Alberto Barceló; decidió ampliar la necrópolis, adquiriendo alrededor de tres hectáreas en dirección sud oeste, entre las propiedades de los Salaberría y los Bedoya. Este terreno iba desde Lucena hasta la altura de Heredia, y desde Puerto de Palos hasta un punto intermedio entre América del Norte y Pedernera. Como resultado, el Cementerio pasó, de un rectángulo, a ser una especie de “L”, tal como lo atestigua el Plano Peuser de 1912, que también muestra un entorno en el que las tierras de los antiguos propietarios ya se estaban loteando para formar los primeros barrios de la zona, como “Villa Colón”.

 

Detalle Plano Peuser de 1912 donde la ampliación aparece orientada hacia El Salvador y no hacia Puerto de Palos. Fuente: Peuser, Jacobo; “Plano de la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores ejecutado por los talleres de Jacobo Peuser”, Buenos Aires 1912, en Biblioteca Nacional Mariano Moreno

Con la ampliación, el Cementerio sumó 19 secciones (de la 17 a la 36), que fueron utilizadas preferentemente para sepulturas en tierra. El casco original, por otra parte, se siguió llenando de Panteones, en los que ya se observan influencias del Art Nouveau, y nuevos revestimientos, como el granito rústico o pulido.

Además de la expansión, la necrópolis mejoró su infraestructura: se nivelaron las calles, se finalizó el pórtico de acceso, y en el cruce principal, en 1911; se emplazó el monumento al Doctor Nicanor Basavilbaso; obra del escultor Luigi Trinchero; que hasta hoy ocupa ese lugar de privilegio.

 

LAS AMPLIACIONES DEL CEMENTERIO: EL ESPACIO ORIGINARIO

EL ESPACIO ORIGINARIO

El terreno original que el Municipio compró a los Bedoya, era de aproximadamente 2 hectáreas comprendidas entre las actuales Larralde, Lucena, Puerto de Palos; y lo que hoy es la salida vehicular (a mitad de camino entre Gral Pedernera y El Salvador). Formaba un rectángulo rodeado de quintas y bañados, que al noroeste lindaba con las tierras de la Familia Porcel de Peralta (donde posteriormente se ubicará el Cementerio de ACLIBA); al noreste con las tierras de los herederos de Tristán Bedoya, al sudoeste con las de Francisco Hue y A. Degoy; y al sudeste con las que mantuvo Genoveva Bedoya y que luego comprará la Familia Salaberría. Entre Lucena y Oyuela, corría el Arroyo Brown, uno de los tantos afluentes del Sarandí, hoy entubado.

Espacio Originario del Cementerio hacia 1890. Fuente: Archivo Histórico Muncipal

Detalle Plano Geodésico de Barracas al Sud donde puede observarse el espacio originario del Cementerio y su entorno. Circa 1900. Fuente: Fotos e Historia del Partido de Avellaneda (Página de Facebook)

El emplazamiento estaba prudentemente alejado del núcleo urbano del Partido, y era potencialmente ampliable. Poseía un muro sobre Crisólogo Larralde, calle que en ese momento se denominaba “Camino al Cementerio” y un humilde pórtico de rejas. Probablemente el resto del perímetro no era más que un simple alambrado, a la manera de muchos cementerios rurales; lo cual explica la existencia de sepulcros vivero o “corralitos”, de los que solamente subsiste el de Catalina Apat.

La planta del Cementerio y su disposición, eran similares a las del primitivo enterratorio de la Calle Belgrano, con dos avenidas principales: La de acceso peatonal, que empalmaba con la calle América del Norte (hoy Barceló); y otra perpendicular. Ambas formaban una cruz[2] y definían cuatro áreas con cuatro secciones cada una. Cada sección se dividía en 7 divisiones o “tablones”, con sepulturas de 1 vara de ancho. En el cruce de las avenidas principales (secciones 4, 5, 12 y 13) comenzaron a construirse los primeros Panteones Familiares importantes, algunos de los cuales siguen en pie, como el de los Etchegaray, Puyade, Palma, Pérez, Provilo, Gaete, Echevarría y Estévez. De esta época datan también los primeros Panteones Sociales, como el de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Avellaneda; y especialmente, el de la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos, cuya ubicación remata aún la calle de acceso peatonal. En ambos tipos (familiares y sociales) predomina el estilo neorrenacentista italiano, con revestimiento de mortero, o en algunos casos; mármol.

Hacia la actual salida vehicular (entre secciones 8 y 16) se emplazó el primer osario, y se construyeron nicheras que se proyectaban hasta Lucena. Durante la década del ’30, al demolerse las nicheras se formaron las secciones 27 bis y 7 bis, más angostas que las anteriores.

A pesar de ser de reciente data, a pocos años de su entrada en funciones, ya existían críticas hacia el mantenimiento del Cementerio, tal como lo atestigua el entonces Intendente Manuel Estévez, quien en 1890 lo encuentra en un estado “Deplorable”, aconsejando la forestación del espacio y la pavimentación de las calles principales[3].

Probablemente durante estos primeros años el marco regulatorio fue la Ordenanza redactada por Estévez para el primitivo Cementerio en 1866, complementada por los artículos 52 al 51 de la Ordenanza sobre Higiene Pública de 1892. Recién el 15 de noviembre de 1910 se aprobó la Ordenanza General de Cementerios que, con algunas modificaciones, rige hasta la actualidad[4].



[1] Según ARIES, Op. Cit., esta problemática ya aparece en París a mediados del siglo XIX:

…”Una memoria del Prefecto del Sena de 1844 expone las dificultades (…) de la concesión perpetua, cuyos efectos no podían ser previstos en origen, y la presión de una población siempre creciente. Este sistema termina por congelar el terreno, al mismo tiempo, por la duración de las concesiones y el amontonamiento de los monumentos”…

[2] La planta en cruz de los Cementerios Públicos, además de facilitar la mensura del espacio y la circulación de aire, también reviste de un significado simbólico:

…”Es la cruz la que recorta , ordena y mide los espacios sagrados como los templos, dibuja las plazas de las ciudades, atraviesa los campos y los cementerios. La intersección de sus ramas marca las encrucijadas; en ese punto central se eleva un altar, una piedra o un mástil”… CHEVALIER, Jean (Dir), “Diccionario de los Símbolos”, Herder, Barcelona, 1986

[3] LANZA, María Cristina; “Los Cementerios en Barracas al Sud/ Avellaneda”, Monografía Inédita.

[4] Las información sobre las ordenanzas de 1892 y 1910 se desprende del material aportado por María Cristina Echazarreta.

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