A los costados del Vestíbulo y, como parte de un
mismo conjunto, se disponen dos dependencias recurrentes en los Cementerios
Municipales: La Administración, en este caso a la derecha; donde se atienden
las cuestiones organizativas, burocráticas y de registro; y la Capilla, a la
izquierda, donde a pedido de los deudos, se realizan los responsos.
Si bien en sus comienzos, existieron ciertos
debates sobre la inhumación de personas no católicas; el espíritu laico de la
“Generación del ‘80” prevaleció y el Cementerio de Avellaneda no reservó un
espacio para Protestantes o “Disidentes”[1].
No obstante, el Catolicismo mantuvo un lugar preponderante en la Necrópolis,
tanto en el aspecto Iconográfico como en la presencia de una Capilla interna
desde fines del siglo XIX.
La Primera Capilla del Cementerio funcionó del
lado de la actual administración, y fue mudada al lado opuesto cuando se
levantó el nuevo Pórtico en 1938. Fue bendecida por Monseñor Chimento el 23 de
septiembre de 1939, en una solemne celebración que contó con la presencia del
Intendente Alberto Barceló y su esposa Mariana Boloque quedando a cargo de los
Sacerdotes de la Congregación Hijos de Santa María Inmmaculada, quienes en 1943
inaugurarían la Iglesia Nuestra Señora de Loreto. El primer párroco fue el
Reverendo Padre Lino Ferrari.
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Inauguración de la Capilla 23/9/1939. Fuente Diario Nueva Epoca |
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Inauguración de la Capilla 23/9/1939. Fuente diario Nueva Epoca |
La Capilla se encuentra bajo la advocación del Santísimo Cristo Resucitado y en su entrada se observa un relieve que alude a la 13° Estación del Vía Crucis: “Jesús en Brazos de su Madre”. Su interior, replica las reminiscencias románicas del Pórtico y está austeramente decorado. Fue restaurada en 2001.
Detalle interior de la Capilla del Cristo Resucitado. Fuente: Fotos e Historia del Partido de Avellaneda (Página de Facebook)
Dentro de los Capellanes que desempeñaron el
difícil rol de reconfortar a los deudos en el duro trance de la muerte de un
ser querido, se destacó la figura del Presbítero Nazareno Nanni, muerto en un
accidente de tránsito y homenajeado en uno de los Pabellones Muncipales que se
encuentran sobre Casacuberta, donde se depositaron sus restos.
Desde hace varias décadas el Párroco de la Capilla
del Cristo Resucitado, es el Reverendo Padre Juan Carlos Jaudoszyn.
[1] Al momento de
entrar en funciones (Enero de 1876) se pensó reservar un lugar del Cementerio
para Protestantes, sin embargo en la Ordenanza de Higiene Pública de 1890,
Artículo 43 se establece que … “El
Cementerio se reputa común, sin más distinción de sitios que los de sepulturas,
nichos, panteones y osario”…
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