domingo, 22 de junio de 2025

PANTEON RONCONI



Nombre: Ronconi

Categoría: Panteón Familiar

Ubicación: Sección 29 Bis, División 7

Data: Década del ‘40

Constructor: S/D

Características: Se trata de un panteón de catálogo, muy típico de las décadas de los ’40 y los ’50; en los que el interés está en las placas de bronce que homenajean a Roberto y Aquiles Ronconi, fallecidos violentamente con pocos meses de diferencia:

ROBERTO ANGEL RONCONI

“TITO”

El plomo homicida arebató

tu vida, pero el bronce

perdurará tu memoria

Sincero homenaje de tus amigos

2 V 1927


AQUILES RONCONI

Espíritu delicado, prematura

E injustamente desaparecido

Sus compañeros de tareas

5 de junio de 1927 


La familia Ronconi poseía un almacén con despacho de bebidas y comestibles en Villa Industrial (o Villa de los Industriales), más precisamente en una de las esquinas de Máximo Paz y Santa Fé. Eran muy conocidos y queridos en el barrio. Carlos Ronconi se había asentado allí proveniente de Italia junto con su esposa Rosa. Tenían tres hijos: Roberto, Aquiles y Rosita.

La desgracia de los Ronconi comenzó cuando el joven Roberto comenzó a noviar con una muchacha de la zona que lamentablemente para él, también era pretendida por un malevo llamado Domingo Pereyra, quien manejaba un pequeño, pero peligroso grupo de delincuentes.

En la navidad de 1926 se realizó un baile en Villa Diamante, al que Roberto concurrió en compañía de la muchacha. Allí tuvo un entrevero verbal con Pereyra, quien ultimó arteramente a su rival cuando este regresaba a su casa.

Pereyra se dio a la fuga y, a pesar de su evidente culpabilidad no fue detenido por las autoridades, razón por la cual Carlos Ronconi comenzó a movilizar la opinión pública llegando a la redacción de Crítica para reclamar justicia. Cabe destacar que Carlos recibió amenazas de los “amigos” de Pereyra para cesar con sus reclamos, cosa que el afligido padre no tuvo en cuenta.

Finalmente, gracias a la presión mediática, Pereyra fue detenido y su responsabilidad en los hechos, confirmada.

Sin embargo, lo que pareció una victoria de la familia Ronconi, no fue más que la causa de otra desgracia, acaecida en la noche del 5 de junio de 1927.

A eso de las 22 horas, poco antes del cierre del comercio ingresaron al mismo tres sujetos que dispararon contra Carlos y Aquiles provocándoles una muerte casi instantánea. Tanto Rosa como Rosita también recibieron disparos, pero afortunadamente para ellas, sin consecuencias mortales.

El terrible suceso, una especie de “vendetta” perpetrada por los secuaces de Pereyra fue cubierto por “Crítica” en su edición del 6 de junio de 1927, donde se criticaba la falta de seguridad en la zona:

“Después de los delitos que se han producido recientemente, y en los que los criminales logran casi siempre burlar la acción de la policía, es de esperar que la jefatura tomará medidas para aumentar el número de agentes de la mencionada comisaría, pues en la forma que actualmente funciona no puede constituir la menor garantía para la seguridad de la población”.


El Panteón Ronconi, construido por la muerte de Roberto, tomó la fisonomía que mantiene actualmente en los ’40; pero las placas que recuerdan su desgraciada historia, y la de su hermano; fueron fijadas nuevamente para perpetuar su memoria.

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